Pl. Nova y el Barrio de la Catedral

La plaza Nova es un espacio pequeño pero con muchos elementos que hablan de la historia y del arte de Barcelona. Visitar la plaza Nova es encararse a la puerta de entrada de la muralla más monumental de la ciudad romana de Barcelona, presidida por Sant Roc (Santo protector de Barcelona y patrón de las Fiestas más antiguas de la ciudad que empezaron en 1589) y también es ver elementos artísticos más contemporáneos, como por ejemplo el friso de Picasso del Colegio de Arquitectos o las letras de Barcino de Joan Brossa. También es un ejercicio de memoria imposible porque dos planes urbanísticos y un gran bombardeo hicieron desaparecer la forma original del barrio, dejando derrocados más de dos mil edificios (palacios, conventos, iglesias, viviendas y comercios) y obligando a irse a más de diez mil personas.

Actualmente, la línea de continuidad natural al pasear desde la plaza Nova es seguir paseando por la Avenida Catedral, con establecimientos tan históricos como el Hotel Colón, o bien seguir por la calle del Bisbe, donde el 1928, Joan Rubió Bellver construyó el puente neogótico que une la Casa de los Canónigos con el Palau de la Generalitat. La decoración se inspira en las formas del gótico flamígero. A pesar de su modernidad, no exenta de polémicas ya en su momento, constituye una de las estampas más populares y uno de los lugares más fotografiados, y es también la calle dónde estaba la emblemática Antigua Cerería Lluís Codina (1825-2016). El establecimiento reabrió el 2017 como zapatería con la familia Mas, conserva el mobiliario de principios del siglo XIX y también el obrador.