Este establecimiento único y querido en el barrio fue fundado hace más 70 años, cuándo el señor Iglesias, representante de zapatillas, compró su traspaso, y allí se especializó en la venta de zapatillas y alpargatas de fabricación artesanal y local.
Aunque, primero su esposa y luego su hijo Joan Carles, continuaron con el negocio familiar, la presión de los alquileres y una sentencia judicial que determinó que la propiedad no estaba obligada a subrogar el alquiler, enfrentaron a Joan Carles Iglesias a un desahucio en su local original, en el número 10 de Baixada de la Llibreteria, y un traslado a una nueva ubicación, a unos 100 metros, en la calle Freneria 3.
A pesar de que no sea en el emplazamiento original, el nuevo local mantiene las letras de la rotulación que tan característica hacía a esta tienda, así cómo la misma vocación inicial de ofrecer al cliente un producto de calidad y producción local, que lo distinguen cómo un valor para el comercio local y de proximidad en el barrio Gótico.