La Avenida del Portal de l’Àngel, la avenida comercial contemporánea por excelencia del centro histórico de Barcelona, fue dos mil años atrás, una vía romana que iba del mar hasta el Vallés y el lugar dónde, en la Edad Media, se abría la puerta de la muralla que permitía comunicar con la vecina población de Gràcia.
Fue a partir del siglo XV, cuándo pasó a conocerse por su nombre actual, en reconocimiento a una bonita leyenda. Según ésta, un ángel custodio se apareció a san Vicente Ferrer, indicando que, siguiendo las órdenes de Dios, cuidaba de toda la ciudad de Barcelona desde este lugar. A él se le atribuye salvar a la ciudad de una epidemia de peste y también a él, debe su nombre esta gran Avenida comercial en la qué se puede ir de compras por las marcas exponentes de la moda actual.
En la actualidad las grandes cadenas de ropa dominan la calle, pero cientos de años atrás este era un espacio donde se celebraban torneos y justas medievales de caballeros y donde se construyeron varios conventos y monasterios. Aquí han nacido prestigiosas marcas locales cómo Casas Sabaters, Cottet Òptics, Moda Felgar y sigue siendo un placer degustar una de las mejores horchatas artesanas en la emblemática y centenaria Planellas Donat.