9 de enero de 2013
Con la llegada del invierno, y del fenómeno de las tiendas efímeras, parecen haberse revitalizado las Galerías Maldá, gracias a una mayor afluencia de visitantes. Las Galerías Maldá, que fueron las primeras galerías comerciales cubiertas que tuvo Barcelona, se inauguró en 1943, y llegaron a tener hasta 70 establecimientos, aunque últimamente el tencament de muchos de ellos, junto con las obras de remodelación que se han llevado a cabo, las habían relegado a un olvido no merecido.
Es por este motivo que la propiedad, para intentar recuperar la vida que llegaron a tener, ha hecho últimamente diferentes actuaciones. Junto con la recién las obras en el espacio, y para reforzar ello, lo que ha sido un revulsivo son las llamadas tiendas efímeras. Esta iniciativa consiste en llenar los locales vacíos de actividad durante un tiempo determinado, en este caso, hasta el 14 de enero. El éxito ha sorprendido tanto a los promotores como los tenderos de los locales que se están desde hace años, y algunos ya se plantean quedarse o repetir la experiencia.
Asimismo, y demostrando la implicación del tejido comercial del Gótico con los más desfavorecidos, esta iniciativa tiene una vertiente social ya que el 5% de las ventas de los establecimientos efímeros se destinarán a ayudar a la fundación Soñar Despierto, que apoya a los niños más necesitados.
