17 de septiembre de 2014
Calles estrechas, edificios antiguos, monumentos, comercios variados y vecinos de toda la vida generan un ambiente único y especial. Esto es Ciutat Vella, el distrito más antiguo de Barcelona, donde se sitúa el Barrio Gótico. Pero Ciutat Vella también es desde hace unos meses de cara a la opinión pública, malestar entre vecinos y ayuntamiento, el último enfrentamiento vecinal ha sido protagonista este verano alrededor de los pisos turísticos. La convivencia es algo necesaria y que como comercio defendemos, un espacio que permita tanto la actividad económica como la vida vecinal, pero lo que se pone en cuestión es la densidad turística y comercial en la zona. Y esto es muy peligroso, para el comercio y para la economía de la ciudad. Los planes municipales entienden que hay que descongestionar el espacio y empieza a arraigar la idea entre la ciudadanía de que el turismo es negativo. Planes municipales como el desplazamiento de autocares turísticos del centro de la ciudad, la restricción de licencias-Plan de Usos que ha venido originando un empobrecimiento de la diversidad y la calidad comercial de la zona, son sólo algunos aspectos de esta batalla.